Los símbolos despiertan fuertes emociones en una sociedad con una creciente diversidad religiosa.
Una controversia reciente en la ciudad noruega de Skien puede arrojar luz en cuanto a la creciente tendencia de secularización, ya que algunas personas parecen tener poca tolerancia por los símbolos cristianos en público.
La iglesia Skauen, recién construida y perteneciente a la rama Telemark de la Sociedad de la Iglesia Evangélica Luterana (DELK, por sus siglas en noruego), fue consagrada en agosto de 2021. Poco sabía la congregación sobre los problemas que se avecinaban, ya que decidieron poner iluminación dentro de la cruz que está ubicada en la parte superior de la torre del edificio.
Al principio, algunos vecinos de la zona suburbana se quejaron de que la luz era demasiado fuerte, pero no objetaron nada sobre la cruz. El brillo se redujo dos veces para adaptarse a los que viven cerca. Pero ese no fue el final.
“Provocadora”
Más tarde, en otoño, otro vecino se quejó, no a la iglesia, sino a las autoridades municipales, alegando que la cruz iluminada era inapropiada porque la gente de la zona tenía opiniones religiosas y cosmovisiones diferentes. Muchos que vean la cruz podrían sentirse ofendidos, alegó este ciudadano.
“La cruz iluminada es molesta porque vivimos en una zona residencial con una variedad de cosmovisiones de la vida. Es provocador porque domina e ilumina la zona las 24 horas del día”, afirmó el denunciante al diario local Telemarksavisa, que fue el primero en escribir sobre el asunto.
Fred Arve Fahre, el pastor de la iglesia de Skauen, cuya construcción le costó a la congregación unos 8 millones de euros, dice que están en diálogo con las autoridades locales. Subraya que el vecino que se queja a las autoridades destaca su descontento con la cruz como símbolo cristiano. “Es la cruz en sí misma el problema”, ha dicho Fahre a Christian Press Agency (KPK, por sus siglas en noruego). “Creemos que es una cruz apropiada. No es muy llamativa ni grande”, añade.
El pastor también informa a KPK que el denunciante vive a unos 300 metros de distancia. Entre su casa y la iglesia hay varias casas más, así como un campo de fútbol con cuatro focos de alta iluminación.
Diferentes cosmovisiones
En Facebook muchos han opinado sobre el caso. Un recuento no oficial muestra que la mayoría de la gente no tiene ningún problema con una cruz iluminada en la torre de una iglesia. Esto también coincide con la impresión del pastor Fahre.
Pero el caso no ha terminado. Recientemente, la autoridad de municipal ha decidido que la iglesia debe solicitar un permiso especial para poder mantener encendida la iluminación de la cruz, porque la luz no había sido aprobada previamente, antes de que se construyera la iglesia. La congregación aún no ha decidido si recurrir la decisión o no.
“Herramienta de tortura”
El caso de Skien no es el único. En la capital de Noruega, Oslo, otra iglesia tuvo problemas hace unos años después de iluminar su cruz, lo que provocó que algunos vecinos protestaran de forma agresiva.
La Iglesia Metodista Bjølsen fue construida a mediados de la década de 1950, con una cruz en la parte superior del techo de la torre plana. Después de varias décadas, el pie de la cruz se había podrido, por lo que hubo que quitarlo. Luego, en 2017, se volvió a colocar y fue entonces cuando comenzaron los problemas, ya que al reinstalar la cruz, también la iluminaron. Cosa que no se había hecho al principio.
En la zona de bloques de apartamentos densamente poblada de Bjølsen, muchos reaccionaron en contra. Algunos simplemente consideraban la luz molesta, pero otros reaccionaron contra la cruz como tal y también contra el tamaño de la misma.
“Rechazo totalmente la idea de una publicidad tan enorme para una ideología que pertenece al pasado”, dijo entonces un denunciante según el diario cristiano Vårt Land.
El periódico también citó el sentimiento de ofensa de otra persona: “Hace mucho tiempo que me distancié de la trágica influencia de las religiones en la vida de las personas, y este es un tipo de publicidad que no me gustaría tener. Tenemos libertad religiosa en Noruega, y eso significa que no se me deben imponer señales luminosas en forma de herramienta de tortura de la Edad de Hierro”, comentó.
Las autoridades investigaron el caso y la iglesia tuvo que retirar la iluminación del símbolo, aunque se le permitió instalar unos focos para iluminarlo.
El pastor Steinar Hjerpseth le ha dicho a KPK que ha habido menos reacciones después de aquello, pero que han escuchado comentarios tanto negativos como positivos de las personas que viven en el área.
Símbolo protegido
Los símbolos cristianos iluminados eléctricamente no son una novedad para las áreas urbanas en Noruega. De hecho, constituyen algunos de los primeros objetos iluminados que se instalaron en el país.
Esto sucedió en Stavanger, en medio del cinturón bíblico de Noruega, donde una iglesia apostólica instaló un letrero en la parte superior de su techo en la década de 1920. El letrero decía: “Jesús, la luz del mundo”, y fue colocado por el pastor Olaf Kostøl, que había estado en Portland, y trasladó consigo la idea al regresar de los Estados Unidos.
En Stavanger, el letrero luminoso no solo es aceptado por el público en general, sino que las autoridades locales lo protegen activamente como un elemento de alto valor cultural, que simboliza la casa de oración cristiana y la cultura de la iglesia en la ciudad y la región.