El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se quejó de la falta de notificación por los autotest y de que “los sistemas de vigilancia sobrecargados pierden casos en todo el mundo”. Además, se refirió a la variante Ómicron y afirmó: “Parece ser menos severa en comparación con Delta, pero al igual que las variantes anteriores; está hospitalizando y está matando gente”.
Inequidad en la distribución de las vacunas: un “viejo” reclamo de la OMS
Hace meses que la OMS, mediante su titular y varios funcionarios de alto rango, expresó su malestar ante la inequidad en la distribución de las vacunas en el mundo. Incluso, apuntaron a esta situación al hablar sobre el surgimiento de nuevas variantes.
“Para poner fin a la etapa aguda de la pandemia, las herramientas altamente efectivas que nos ha brindado la ciencia deben compartirse de manera justa y rápida con todos los países del mundo. La inequidad de las vacunas y en salud en general fueron los mayores fracasos del año pasado”, afirmó Adhanom Ghebreyesus durante una conferencia de prensa.
En ese sentido, el titular del organismo internacional destacó que mientras “algunos países han tenido suficiente equipo de protección personal, pruebas y vacunas para almacenar durante esta pandemia”, otro gran número de naciones “no tienen suficiente para satisfacer las necesidades básicas”.
“La desigualdad de las vacunas mata personas y puestos de trabajo y socava la recuperación económica mundial”, afirmó el director general. Además, aseguró que el surgimiento de las mutaciones “Alfa, Beta, Delta, Gamma y Ómicron reflejan que, debido a las bajas tasas de vacunación, hemos creado las condiciones perfectas para la aparición de variantes del virus”.
La queja de la OMS sobre los autotest de Covid-19
En medio de cifras récord de contagio en un gran número de países, Adhanom Ghebreyesus se quejó de la detección del Covid-19 en todo el mundo, ya sea por la falta de notificación de los autotest, como la falta de capacidad de procesamiento de los sistemas de vigilancia.
“La semana pasada, se informó el mayor número de casos de COVID-19 hasta ahora en la pandemia. Y sabemos, con certeza, que se trata de una subestimación de los casos porque los números informados no reflejan la acumulación de pruebas durante las vacaciones, la cantidad de autodiagnósticos positivos no registrados y los sistemas de vigilancia sobrecargados, que pierden casos en todo el mundo”, afirmó.
La situación de Ómicron en el mundo, según la OMS
Pese a que la OMS había asegurado que Ómicron generaba cuadros menos graves, el director del organismo internacional descartó que esta mutación pueda “calificarse como ‘leve’”, aunque admitió que “parece ser menos severo en comparación con Delta, especialmente en los vacunados”.
“Al igual que las variantes anteriores; Ómicron está hospitalizando y está matando gente. De hecho, el tsunami de casos es tan enorme y rápido que está abrumando los sistemas de salud de todo el mundo”, dijo Adhanom Ghebreyesus.
Asimismo, aseguró que “los hospitales se están volviendo superpoblados y faltos de personal, lo que resulta en muertes evitables no solo por COVID-19 sino también por otras enfermedades y lesiones en las que los pacientes no pueden recibir atención oportuna”.
Los refuerzos, otro reclamo de la OMS a las naciones
En el mismo sentido que con la inequidad en la distribución de las vacunas, la OMS volvió a apuntar contra las naciones que definieron brindar refuerzos. Ahora apuntó contra aquellos que ya comenzaron a aplicar una cuarta dosis.
“La esencia de la disparidad es que algunos países están avanzando hacia la vacunación de los ciudadanos por cuarta vez, mientras que otros ni siquiera han tenido suficiente suministro regular para vacunar a sus trabajadores de la salud y a los que están en mayor riesgo”, afirmó Adhanom Ghebreyesus.
Por lo que agregó: “Refuerzo tras refuerzo en un pequeño número de países no pondrá fin a una pandemia, mientras miles de millones permanezcan completamente desprotegidos. La OMS seguirá invirtiendo en centros de fabricación de vacunas y trabajará con todos los fabricantes que estén dispuestos a compartir conocimientos, tecnología y licencias”.
“Me alientan algunas de las vacunas que actualmente están en fase de prueba, en las que los innovadores ya se han comprometido a renunciar a las patentes y a compartir licencias, tecnología y conocimientos técnicos. Me recuerda cómo Jonas Salk no patentó su vacuna contra la polio y, al hacerlo, salvó a millones de niños de la enfermedad”, concluyó.